jueves, 3 de enero de 2008

Nutricion Adecuada Durante El Embarazo

Una dieta balanceada y nutritiva, si bien es primordial a lo largo de la vida de las personas, lo es muy especialmente durante esta etapa de la futura mamá. Es que en este período, se impone satisfacer también los requerimientos nutricionales del bebé. Una de las condiciones fundamentales para mantener una dieta bien balanceada es no comer demasiado de cada uno de los grupos de alimentos, ya que se necesita variedad para obtener adecuados suplementos de proteínas esenciales, minerales y vitaminas. Los alimentos proteicos de alta calidad como las carnes, lácteos y huevos deben complementarse con los llamados alimentos energéticos como lo son los granos, el pan y sus derivados. Siempre en una cantidad adecuada.
En aquellos casos en que la futura mamá tenga sobrepeso, deberá limitar el consumo de alimentos calóricos tales como dulces, azúcares y grasas. Es aquí, entonces, donde habrá que complementar la dieta con un buen ingreso de proteínas, fundamentalmente con la ingesta de carnes, yogur, leche, queso y huevos que el nutrólogo indicará.

Es fundamental que en toda alimentación estén presentes estos cinco grupos de alimentos:

- Lacteos,
- Carnes rojas, pollo, pescado y huevos,
- Cereales y derivados,
- Frutas y
- Hortalizas

Lácteos
La leche es el mejor de estos alimentos por su alto contenido de proteína y calcio. Hay que tratar de incluirlas diariamente en la dieta, descremada y vitaminizada.
El queso es mucho más rico en proteínas y calcio, conteniendo, además, vitaminas A y D; pero alguno de ellos, en especial los quesos duros, conviene evitarlos ya que poseen un mayor contenido de grasa.
Los más solubles son los quesos blancos de untar descremados y los llamados blandos: fresco, port salut, y mozzarella; o los de bajas calorías.
La manteca y la crema contienen un alto porcentaje de grasas, por este motivo es conveniente reemplazarlos por quesos untables.

En aquellos casos en que la leche no sea de su agrado, es posible intentar incluirla por medio de sustitutos como el yogur o leche cultivada descremada.
También puede incluirse la leche como reemplazo del agua en la preparación de gelatinas preferentemente de bajas calorías.

Carnes y huevos

Las carnes rojas, que deben ser magras (quitarle la grasa antes de cocinar), incluirlas por lo menos una vez al día.
Contienen una buena cantidad de proteínas de alta calidad y hierro, nutrientes que también se hallan en las llamadas carnes blancas, ya sea pollo o pescado.
Pero éstas con una ventaja adicional, tienen menor cantidad de grasa y más fácil digestibilidad. El hierro, calcio, grasas, proteínas, vitaminas A y D son componentes del huevo y permiten que este alimento reemplace en algunas ocasiones a la carne, en omeletes (que pueden ser con queso y verdura), budines, preparados revueltos, etc., pero siempre teniendo en cuenta que el tipo de preparación elegido no implique excesivas calorías.
La cantidad de huevo en la dieta de una embarazada es de 2 unidades semanales, y puede, además, incorporar una clara por día.

Pan, galletas y cereales
Los cereales constituyen una fuente importante de carbohidratos y de fibra si se las consume en forma integral (pan negro o galletitas integrales).
En cantidad moderada, son un buen complemento en la dieta, ya que estos poseen fibra y mucha más cantidad de vitamina del complejo B.

Frutas y cereales
Los vegetales de hoja poseen importante cantidad de vitamina C y fibra. Es mejor consumirlos crudos o cocidos al vapor para evitar la pérdida de importantes sustancias nutritivas. En el caso de la zanahoria y el zapallo o calabaza poseen gran cantidad de betacarotenos precursores de la vitamina A. En cuanto a los cítricos, frutillas y kiwi poseen adecuada cantidad de vitamina C.
Recomiendan la ingesta mínima de una unidad al día.

Líquidos
Se debe tratar de beber al menos 2 litros por día de jugos de compota sin azúcar, té, mate cocido, agua mineral, soda, caldos desgrasados, (jugos o gaseosas dietéticas, 1 litro por día)
Control de peso y embarazo
La embarazada con sobrepeso deberá reducirlo bajo estricto control médico, ya que una dieta inadecuada en calorías puede condicionar un bajo aporte de nutrientes esenciales lo que influirá negativamente en el normal desarrollo bebé y en ella misma.

Las proteínas de la dieta deben ser, fundamentalmente, de alta calidad (carne, huevos, lácteos) pues son las que el bebé mejor aprovecha para formar sus propios tejidos.

Seleccionando adecuadamente fuentes proteicas con bajo porcentaje de grasa (leche descremada, pescado, carnes magras), se garantiza un buen aporte de proteínas, vitaminas y minerales esenciales sin aumentar mucho las calorías de la dieta.
Paralelamente, el sobrepeso durante la gestación requiere reducir la ingestión de alimentos muy energéticos (dulces, azúcares, miel, confituras, grasas) y, en menor medida, las harinas, limitándolas a las cantidades mínimas previstas para cubrir el valor calórico que fije el nutrólogo en cada caso.

Pocos períodos de la vida exigen tanto cuidado en la elección, cantidad y calidad de los alimentos que se ingieren. Es necesario un estricto control médico en cada caso particular evitando de esta manera el problema del sobrepeso.

Fuente: zonadiet.com

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